- Es importante que sea estable. En vez de las cuatro patas convencionales, se recomiendan las sillas con cinco apoyos y ruedas antideslizantes, las cuales evitan desplazamientos involuntarios.
- Que tenga graduación de altura. Debe permitir que los pies se apoyen en el piso y, en el caso de personas de baja estatura o niños, es aconsejable utilizar las que cuentan con apoya pies, el cual, además, evita la comprensión de la circulación en los muslos.
- El respaldo debe ser regulable en altura, profundidad e inclinación. Debe tener la forma de una "S" suave para que se adapte a la estructura de la espalda.
- Los reposabrazos no son indispensables, pero de tenerlos su altura no debe obstaculizar la movilidad y deben estar preferentemente a una altura que permita la flexión de codos de 90º.
- La base del asiento que sea flexible, pero firme, con distancia suficiente entre el borde del asiento y la articulación de la rodilla, a fin de no generar presión en la zona y facilitar la circulación.
- Los controles de ajuste de altura deberían poder manipularse desde la posición habitual de trabajo, sin que requieran demasiado esfuerzo para accionarlos.
- Es preferible una tapicería que impida deslizarse, rugosa, que contribuya a mantener la postura correcta. Resulta mejor una que favorezca la transpiración.
martes, 4 de mayo de 2010
La silla
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